¿Cómo sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón?

¿Cómo sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón?

¿Cómo te quitas de la cabeza el decirte a ti mismo que no lo conseguirás

La intuición, o el hecho de seguir tu corazón, de actuar por inspiración repentina, tiene una connotación tan negativa en la sociedad. Se espera que pensemos con la cabeza y que seamos “prácticos”, pero ser prácticos o lógicos nunca nos llevará a la verdadera realización o felicidad, sólo puedes conseguirlo cuando vives plenamente, como tu auténtico yo, y sigues tu corazón, aunque eso no convenga a los que te rodean.

Tomamos el “camino práctico” porque es seguro. Menos arriesgado.  Pero cuando reprimimos el deseo de actuar por inspiración divina, acumulamos una tensión tan grande en nuestra alma que empezamos a experimentar estados emocionales inferiores, incluida la depresión. Ansiedad y decepción.

Perdemos nuestro camino.  ¿Y para qué? ¿Para sentirnos “seguros”? ¿Para que podamos tener previsibilidad? Claro que la previsibilidad y la seguridad tienen sus ventajas. Pero si tu corazón te llama y decides ignorarlo, las consecuencias pueden superar con creces los beneficios.

Piensa en alguien que está siendo presionado dentro de una familia para unirse al “negocio familiar”. Para que haga lo que ha hecho una generación tras otra de su familia.    ¿Va a seguir su intuición para buscar otras vías, sabiendo que estará “defraudando a la familia”? ¿O va a reprimir su deseo de seguir una pasión?

Inventar escenarios en tu cabeza desordenada

Pensar demasiado y preocuparse en exceso crean sentimientos de angustia e inquietud que pueden conducir a la ansiedad o la depresión si no se tratan. Recuperar el control de los pensamientos es la clave para volver a sentirse en paz.

Las personas que piensan en exceso son personas que están enterradas en sus propios pensamientos obsesivos.    Imagínese que se encuentra en un gran laberinto en el que cada giro le lleva a una maraña aún más profunda y nudosa de acontecimientos catastróficos y angustiosos: eso es lo que sienten cuando piensan en los problemas que se les plantean. Todo el mundo piensa demasiado en su vida o en sus opciones de vez en cuando. Algunas personas, sin embargo, no pueden parar las ruedas y detener su tren de pensamientos.    Este monólogo interior tiene dos componentes: rumiar y preocuparse.

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En toda Europa, la gente ha acudido a raves y fiestas de barrio, a pesar de las medidas de cierre que prohíben las reuniones masivas. ¿Qué es lo que les mueve? ¿Es el ritmo, o un acto de resistencia y una afirmación de poder e identidad?

Cómo salir de mi propia cabeza

Llevaba semanas planeando una cena. Vendrían veinte personas, algunos familiares, otros amigos, para celebrar el cumpleaños de mi esposa Eleanor. Diseñé un ritual para ella: mi objetivo era crear un espacio en el que la gente hablara desde su corazón de una manera que no suele hacerlo.

Preparé preguntas que quería que exploráramos juntos, preguntas como ¿De qué te sientes agradecido en tu vida? ¿Qué cosas nuevas sientes que están luchando por crecer y nacer en ti? ¿Qué quieres dejar ir para que lo nuevo pueda nacer?

Antes de continuar, haz una pausa por un segundo, imagínate en la cena y nota tu propia reacción a esas preguntas. ¿Pones los ojos en blanco ante la delicadeza de las mismas o te emocionan? ¿Las respuestas que compartiste serían superficiales o profundas?

Estaba emocionada y nerviosa cuando presenté la pregunta inicial. Compartí desde mi corazón. Entonces, una persona, David*, hizo una broma. Fue una broma ligera, pero estaba dirigida a mi respuesta y me pareció mordaz. Los demás se rieron y comentaron. Luego, más chistes. Intenté mantener la atención del grupo, pero no lo conseguí.

Sal de tu cabeza y entra en tu corazón. piensa menos siente más

Cuando estás atrapado en tu cabeza, puede parecer casi imposible salir de ella. Preocuparse por el futuro, el pasado, el dinero, las relaciones, el trabajo o las tareas escolares puede llevar a pensamientos en espiral que pueden quitarte el disfrute del presente. Afortunadamente, existen algunas formas de tomar el control de tu mente y redirigir tus pensamientos hacia un lugar más tranquilo y confortable.

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Resumen del artículoPara salir de tu cabeza, empieza por reducir al máximo las distracciones a tu alrededor, como el teléfono, los aparatos de música y el ordenador, para darte el espacio necesario para estar completamente tranquilo. Centra tu conciencia en los pensamientos estresantes que te vienen a la mente, y fíjate en que la mayoría de ellos no están relacionados con el momento presente. Cuando realices actividades cotidianas, practica la atención plena pronunciando la frase “estate aquí ahora” para recordarte que debes estar presente en el momento, lo que te ayudará a disfrutar de lo que estás haciendo en lugar de que te consuman las ansiedades. Sigue este mantra y, con la práctica, la atención plena se convertirá en algo natural. Para obtener más consejos sobre cómo salir de tu cabeza, como por ejemplo, cómo centrarte en tu ser en lugar de en tu mente, sigue leyendo.

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