La Biblia sobre el dinero
La abundancia no es la provisión de Dios para que yo viva en el lujo. Es su provisión para que yo ayude a otros a vivir. Dios me confía su dinero no para construir mi reino en la tierra, sino para construir su reino en el cielo. -RANDY ALCORN
Casi susurrando, me preguntó una vez: “¿Está bien que gane tanto dinero?”. Me explicó que su jefe quería darle otro aumento como recompensa por su ética de trabajo y su impacto en la empresa. Estaba pensando en rechazarlo porque le parecía que era demasiado dinero para una sola persona. Tras una breve conversación, quedó claro que su problema no era ganar demasiado dinero; su problema era el miedo a ser tachado de avaricioso por ser rico.
Nuestra conversación provocó un estudio de las Escrituras para descubrir lo que Dios tiene que decir sobre el tema. ¿Se opone Dios a que un cristiano gane un salario alto? ¿Qué hay de malo en que un empleador recompense a un empleado por hacer su trabajo? ¿Deben los cristianos hacer un voto de pobreza y tratar de sufrir a propósito? ¿Es la pobreza la voluntad de Dios para nosotros?
Éxito bíblico
La teología de la prosperidad (a veces denominada evangelio de la prosperidad, evangelio de la salud y la riqueza, evangelio del éxito o fe de la semilla)[A] es una creencia religiosa entre algunos cristianos protestantes de que la bendición financiera y el bienestar físico son siempre la voluntad de Dios para ellos, y que la fe, el discurso positivo y las donaciones a causas religiosas aumentarán la riqueza material de uno[1].
La teología de la prosperidad ha sido criticada por líderes de varias denominaciones cristianas, incluso dentro de algunos movimientos pentecostales y carismáticos, que sostienen que es irresponsable, promueve la idolatría y es contraria a la Biblia[2]. Las prácticas de algunos predicadores han suscitado escándalo y algunos han sido acusados de fraude financiero.
La teología de la prosperidad considera la Biblia como un contrato entre Dios y los seres humanos: si éstos tienen fe en Dios, éste les proporcionará seguridad y prosperidad[3]. La doctrina hace hincapié en la importancia de la capacitación personal, proponiendo que es la voluntad de Dios que su pueblo sea bendecido. Se interpreta que la expiación (reconciliación con Dios) incluye el alivio de la enfermedad y la pobreza, que se consideran maldiciones que deben romperse mediante la fe. Se cree que esto se consigue mediante donaciones de dinero, visualización y confesión positiva.
5 escrituras sobre la prosperidad
si obedeces diligentemente la voz del Señor tu Dios, para observar cuidadosamente todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, el Señor tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra. 2 Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, porque obedeces la voz del Señor tu Dios
Alabado sea el Señor.Bienaventurados los que temen al Señor, los que encuentran gran deleite en sus mandatos.2 Sus hijos serán poderosos en la tierra; la generación de los rectos será bendecida.3 En sus casas hay riqueza y riqueza, y su justicia perdura para siempre.
Si siguen mis decretos y tienen cuidado de obedecer mis mandatos, 4 les enviaré la lluvia en su tiempo, y la tierra dará sus cosechas y los árboles sus frutos. 5 Tu trilla continuará hasta la vendimia y la vendimia continuará hasta la siembra, y comerás todo el alimento que quieras y vivirás con seguridad en tu tierra.
El Señor, tu Dios, te ha bendecido en todo el trabajo de tus manos. Él ha velado por tu viaje a través de este vasto desierto. Estos cuarenta años el Señor, tu Dios, ha estado contigo, y nada te ha faltado.
¿Qué dice la Biblia sobre la prosperidad?
Esta fue una pregunta planteada por un amigo sobre la riqueza, él preguntaba si todos los hombres ricos no pueden llegar al cielo debido a la declaración que hizo Jesús diciendo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un hombre rico pueda entrar en el cielo.
1. Hay muchos versículos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento que muestran que Dios puede bendecir, y de hecho lo hace, a algunos de sus hijos con abundante riqueza material. El rey Salomón fue un buen ejemplo de esto en el Antiguo Testamento.
Dios le dijo a su pueblo que cuando entraran en la Tierra Prometida después de salir del desierto, los bendeciría con riqueza y prosperidad. Les dijo que serían la cabeza y no la cola, y que nunca más tendrían que pedir prestado a nadie.
Sin embargo, esta posibilidad tiene que mantenerse siempre en el equilibrio y la perspectiva adecuados. Con el dinero viene el poder, y con el poder viene la corrupción. Algunas personas simplemente no pueden manejar la riqueza abundante. Los destruirá a ellos, a sus familias y a su relación personal con Dios.