El papel de la geoética en la gestión de los georrecursos y
Cuando salimos de casa y cruzamos las fronteras de nuestra nación, la claridad moral a menudo se desdibuja. Sin un telón de fondo de actitudes compartidas, y sin leyes y procedimientos judiciales conocidos que definan las normas de conducta ética, la certeza es esquiva. ¿Debe una empresa invertir en un país extranjero donde se violan los derechos civiles y políticos? ¿Debe una empresa aceptar las prácticas de empleo discriminatorias de un país anfitrión? Si las empresas de los países desarrollados trasladan sus instalaciones a países en vías de desarrollo que carecen de una estricta normativa medioambiental y sanitaria, o si esas empresas deciden cubrir los puestos de dirección y otros de alto nivel en un país anfitrión con personas del país de origen, ¿qué normas deben prevalecer?
Incluso los ejecutivos mejor informados y con mejores intenciones deben replantearse sus hipótesis sobre las prácticas empresariales en entornos extranjeros. Lo que funciona en el país de origen de una empresa puede fracasar en un país con normas de conducta ética diferentes. Estas dificultades son inevitables para los empresarios que viven y trabajan en el extranjero.
Valores en juego en la producción de energía nuclear – Parte 1
Durante el seminario Values at Stake in Regulatory Practice: Managing Discretion & Governing Choices, analizaremos los distintos tipos de discrecionalidad que intervienen en la toma de decisiones en materia de reglamentación y estudiaremos el conjunto de valores en los que confiamos para regir dicha toma de decisiones con el fin de protegernos de la parcialidad, la corrupción y las influencias indebidas.
También tendremos en cuenta y consideraremos las ramificaciones de las presiones actuales sobre las agencias reguladoras para que sean más complacientes, flexibles, “ágiles” y apoyen la innovación industrial y las tecnologías disruptivas.
Muchas agencias reguladoras publican “declaraciones de valores” o enumeran en sus documentos estratégicos públicos los valores que defienden, no sólo como medio de guiar y gobernar el comportamiento de sus empleados, sino también como un estándar con el que la agencia está dispuesta a ser evaluada. Entre los valores que se proponen de este modo suelen figurar la coherencia, la proporcionalidad, la justicia, la transparencia, la equidad, la uniformidad, la eficacia, la eficiencia de los recursos, la integridad, la responsabilidad y la previsibilidad.
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Gracias al juego de cartas “Valores en juego”, los visitantes van en busca de objetos y lugares emblemáticos de la Ciudadela. Esta búsqueda del tesoro, que combina la observación y las adivinanzas, permite a los visitantes explorar los valores y mensajes que transmite cada espacio de la Ciudadela de Besançon. Así, al explorar la Ciudadela y sus museos, los visitantes aprenden del pasado, para comprender hoy y actuar mañana, guardando un bonito recuerdo de su visita. Llevado a casa, este juego de cartas se convierte en un juego de 7 familias.
A través de la riqueza y la coherencia de su oferta, la Ciudadela de Besançon encarna los valores defendidos por la UNESCO: la conservación de los sitios y monumentos, la construcción y el mantenimiento de la paz, la preservación de la diversidad y el fomento del diálogo entre las culturas, pero también la educación para el desarrollo sostenible, especialmente a través del respeto del medio ambiente y la biodiversidad.
¿Por qué estudiar ética?
Ruth Faden, PhD, MPH1, Emily Faxon, MHS, Annette Anderson, PhD2, Madison Wahl BA3, Megan Collins, MD, MPH1,31. Instituto Berman de Bioética2. Escuela de Educación Johns Hopkins3. Instituto Oftalmológico Wilmer, Escuela de Medicina Johns Hopkins
Los niños ocupan un lugar único en la sociedad. Son moralmente especiales por dos razones importantes. En primer lugar, los niños dependen completamente de otros para su bienestar y protección. En segundo lugar, los reveses al bienestar en la infancia pueden tener efectos negativos que a menudo son irreversibles y de por vida. Cuando las cosas no van bien en la infancia, los niños no sólo sufren en el presente, sino que sus perspectivas de bienestar pueden verse mermadas para el resto de su vida. Estas razones fundamentan las obligaciones especiales que todos nosotros, y no sólo los padres, debemos a los niños y complican cualquier decisión social que comprenda el bienestar infantil. También hay una tercera razón por la que el cierre de escuelas es moralmente complicado. Aunque uno de los objetivos de estos cierres es proteger la salud de los niños, otro objetivo, y podría decirse que el principal, es proteger la salud del público en general. Los niños, por tanto, soportan una pesada carga para proteger al resto de nosotros.
