¿Cuáles son los elementos que forman el universo según Aristóteles?

¿Cuáles son los elementos que forman el universo según Aristóteles?

Filosofía de la química

ARISTÓTELES (384 a.C. – 322 a.C.) Aristóteles creía que el universo era esférico y finito. También creía que la Tierra era una esfera, mucho más pequeña que las estrellas. Para apoyar su teoría, utilizó las observaciones de los eclipses lunares afirmando que los eclipses lunares no mostrarían segmentos con un contorno curvo si la tierra no fuera esférica. Además, afirmó que cuando una persona viaja al norte o al sur, no ve las mismas estrellas nocturnas, ni aparecen en las mismas posiciones en el cielo.

En esta época era común la creencia de que existían cuatro elementos básicos: tierra, aire, fuego y agua. Además de estos elementos, Aristóteles creía que existía un quinto elemento llamado éter, que, según él, constituía la base de los cuerpos celestes. Su visión del universo era jerárquica, y diferenciaba claramente la tierra de los cielos.

Según las teorías de Aristóteles sobre el movimiento, creía que había tres tipos: rectilíneo, circular y mixto. Teorizó que los cuatro elementos tendían a moverse en línea recta. La tierra se movía hacia abajo; el fuego, hacia arriba, mientras que el agua y el aire se situaban en medio. Su quinto elemento, el éter, se movía en círculos. Aristóteles también creía que cada planeta seguía su propia trayectoria específica.

La física aristotélica frente a la física newtoniana

Aristóteles (384-322 a.C.; ver el busto de la escultura en el Proyecto Galileo de la Universidad de Rice) no se considera generalmente un químico, y con razón. Su enfoque de la comprensión del mundo natural no era científico. De hecho, la autoridad atribuida a Aristóteles casi dos milenios después de su muerte fue uno de los principales obstáculos en el camino de la perspectiva científica que surgió en el siglo XVII. Aristóteles y sus contemporáneos desconocían el método experimental que consiste en someter las explicaciones hipotéticas a una prueba empírica. Aunque no era un mal observador en algunos casos, el modo de explicación de Aristóteles era racionalista y no empírico.

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Si Aristóteles no era un científico, especialmente no era un químico: “La química de Aristóteles, como el libro de Sócrates, no existe. … la ausencia de material de carácter específicamente químico en la filosofía natural griega antigua ha escapado en gran medida a la atención que merece”. [Horne 1966]. Aristóteles escribió sobre temas que ahora forman parte de las disciplinas de la biología y la física, pero no sobre temas químicos, y en este sentido, no fue diferente de otras figuras de la filosofía griega antigua.

El movimiento de Aristóteles

La física aristotélica es la forma de ciencia natural descrita en las obras del filósofo griego Aristóteles (384-322 a.C.). En su obra Física, Aristóteles pretendía establecer los principios generales del cambio que rigen todos los cuerpos naturales, tanto los vivos como los inanimados, los celestes y los terrestres, incluyendo todo el movimiento (cambio con respecto al lugar), el cambio cuantitativo (cambio con respecto al tamaño o al número), el cambio cualitativo y el cambio sustancial (“llegar a ser” [llegar a existir, ‘generación’] o “pasar” [dejar de existir, ‘corrupción’]). Para Aristóteles, la “física” era un campo amplio que incluía temas que ahora se llamarían filosofía de la mente, experiencia sensorial, memoria, anatomía y biología. Constituye el fundamento del pensamiento que subyace en muchas de sus obras.

Entre los conceptos clave de la física aristotélica figura la estructuración del cosmos en esferas concéntricas, con la Tierra en el centro y las esferas celestes a su alrededor. La esfera terrestre estaba formada por cuatro elementos, a saber, la tierra, el aire, el fuego y el agua, sujetos al cambio y la decadencia. Las esferas celestes estaban formadas por un quinto elemento, un éter inmutable. Los objetos hechos de estos elementos tienen movimientos naturales: los de tierra y agua tienden a caer; los de aire y fuego, a subir. La velocidad de este movimiento depende de su peso y de la densidad del medio. Aristóteles sostenía que el vacío no podía existir, ya que las velocidades se volverían infinitas.

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Según Aristóteles, el reino celestial consistía en

El matemático griego Pitágoras sugirió que la Tierra es esférica en torno al año 500 a.C., lo que fue aceptado por la mayoría de los filósofos griegos de la época[1] Eudoxo de Cnidus, alumno del filósofo griego Platón (del que se habla en el capítulo 4), presentó la primera teoría matemática del universo unos cien años después.

El modelo de Eudoxo situaba una Tierra esférica en el centro del universo. El Sol, los planetas y las estrellas se situaban en esferas gigantes y transparentes que la rodeaban[2] Un modelo del universo que tiene a la Tierra en el centro se conoce como modelo geocéntrico del universo.

El antiguo filósofo griego Aristóteles amplió el modelo del universo de Eudoxo en el siglo IV a.C. El modelo de Aristóteles también era geocéntrico, con el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas orbitando alrededor de la Tierra dentro de las esferas de Eudoxo. Aristóteles creía que el universo es finito en el espacio pero existe eternamente en el tiempo.

Aristóteles creía que el espacio es fundamentalmente diferente de la Tierra porque pensaba que los objetos en el espacio son inmutables y se mueven en círculos perfectos, que él consideraba la forma perfecta. En cambio, la Tierra es imperfecta y cambia constantemente. Aristóteles pensaba que los cometas debían existir dentro de la esfera terrestre, ya que era evidente que no se movían en círculos perfectos[3,4].

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