Significado del entusiasmo
Entusiasmo (ἐνθουσιασμός enthousiasmos) significaba originalmente inspiración o posesión por un aflato divino o por la presencia de un dios. El Johnson’s Dictionary, el primer diccionario completo de la lengua inglesa, define el entusiasmo como “una vana creencia de revelación privada; una vana confianza en el favor o la comunicación divina.” En la lengua vernácula actual, la palabra significa simplemente disfrute, interés o aprobación intensos.
Originalmente un entusiasta era una persona poseída por un dios. Aplicado por los griegos a [manifestaciones de posesión divina, por Apolo, como en el caso de la Pitia, o por Dionisio, como en el caso de las Bacantes y Ménades, el término entusiasmo se utilizaba también en un sentido transferido o figurado. Así, Sócrates habla de la inspiración de los poetas como una forma de entusiasmo.
Sus usos se limitaban a la creencia en la inspiración religiosa, o al intenso fervor o emoción religiosa. Así, una secta siria del siglo IV era conocida como los Entusiastas. Creían que por medio de la oración perpetua, las prácticas ascéticas y la contemplación, el hombre podía llegar a ser inspirado por el Espíritu Santo, a pesar del espíritu maligno reinante, que la caída le había dado. Por su creencia en la eficacia de la oración, también se les conocía como euchitas. Varias sectas protestantes de los siglos XVI y XVII se llamaban entusiastas. Durante los años inmediatamente posteriores a la Revolución Gloriosa, “entusiasmo” era un término peyorativo británico para referirse a la defensa de cualquier causa política o religiosa en público. Ese “entusiasmo” se consideraba en la época en torno a 1700 como la causa de la Guerra Civil inglesa del siglo anterior y sus atrocidades concomitantes, por lo que era un pecado social absoluto recordar la guerra mediante el entusiasmo. Los estatutos de la Royal Society estipulaban que cualquier persona que discutiera sobre religión o política en una reunión de la Sociedad debía ser expulsada sumariamente por ser un “entusiasta” [Cómo hacer referencia y enlazar con el resumen o el texto] Durante el siglo XVIII, metodistas populares como John Wesley o George Whitefield fueron acusados de entusiasmo ciego (es decir, de fanatismo).
Psicología hoy en día
Los predicadores metodistas han sido conocidos por su entusiasmo al promulgar las doctrinas del nuevo nacimiento y la entera santificación al público en eventos como los avivamientos en tiendas de campaña y las reuniones de campamentos, que creen que es la razón por la que Dios los levantó a la existencia[2].
La palabra entusiasmo se origina en el griego ἐνθουσιασμός de ἐν (en, “en”) y θεός (theós, “dios”) y οὐσία (ousía, “esencia”), que significa “inspirado por la esencia de [un] dios”. [Aplicado por los griegos a las manifestaciones de posesión divina, por Apolo (como en el caso de la Pitia), o por Dionisio (como en el caso de las Bacantes y Ménades), el término entusiasmo se utilizaba también en un sentido transferido o figurado. Sócrates enseñó que la inspiración de los poetas es una forma de entusiasmo[3]. El término se limitaba a la creencia en la inspiración religiosa, o al intenso fervor o emoción religiosa.
De ahí que una secta siria del siglo IV fuera conocida como los Entusiastas. Creían que “mediante la oración perpetua, las prácticas ascéticas y la contemplación, el hombre podía llegar a ser inspirado por el Espíritu Santo, a pesar del espíritu maligno reinante, que la caída le había dado”. Por su creencia en la eficacia de la oración, también se les conocía como euchitas[4].
La psicología de la autocompasión hoy en día
En esta investigación afirmamos que el entusiasmo de los profesores es importante en lo que respecta al compromiso de los alumnos con el engaño académico. En estudios anteriores se descubrió que el entusiasmo percibido por los profesores se relaciona positivamente con la motivación intrínseca de los alumnos. Sin embargo, se ha investigado menos cómo el entusiasmo percibido se relaciona con el engaño. En el primer estudio exploratorio con cuestionario (N = 244) encontramos que durante los exámenes de aquellos profesores que son percibidos como entusiastas los estudiantes tienden a hacer menos trampas. En el segundo estudio con cuestionario (N = 266) tuvimos en cuenta las motivaciones académicas y descubrimos que cuanto más entusiastas parezcan los profesores, menor será la tasa de trampas entre los estudiantes universitarios. El entusiasmo agregado del profesor se relacionó positivamente con la motivación intrínseca, negativamente con la amotivación y no se relacionó con la motivación extrínseca. El entusiasmo agregado de los profesores estaba directa y negativamente relacionado con el engaño y explicaba más varianza en el engaño que las motivaciones académicas juntas. Estos resultados sugieren que el entusiasmo percibido por los profesores puede ser un factor interpersonal aún inexplorado que podría prevenir eficazmente las trampas académicas.
Sinónimos de aficionado a la psicología
Si usted sufre de falta de entusiasmo, es lógico que casi todo en su vida se haya convertido en una lucha importante. El deseo y el interés son cosas que se manifiestan al estar motivado y entusiasmado. Necesitamos el deseo y el interés para prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, desde comer, hasta ir a la cama, tomar decisiones inteligentes sobre nuestra mente y nuestro cuerpo, desarrollar/mantener intereses, crear conexiones sociales y familiares, y casi todo lo que define lo que hacemos. Cuando hay una marcada falta de entusiasmo en nuestras mentes, todas estas cosas van a sufrir.
El grado en que las cosas pueden sufrir debido a la falta de entusiasmo puede variar de una persona a otra. Sin embargo, independientemente de los niveles actuales, la disminución del entusiasmo es algo que debe abordarse lo antes posible. Sólo puede empeorar con el paso del tiempo.
Hay una serie de causas que explican la falta de entusiasmo. Como puede imaginar, es importante identificar estas causas tan pronto como sea humanamente posible. Una vez identificadas las causas, se puede empezar a buscar formas de tratar el problema. En general, la falta de entusiasmo es un síntoma de un problema mayor de depresión. Esta condición se trata frecuentemente con una combinación de medicamentos y terapia basada en la conversación.