Lo que te hacía feliz de pequeño
Tengo la suerte de vivir en un barrio con familias que tienen hijos de la misma edad que los míos. Los padres de nuestro vecindario se esfuerzan por asegurarse de que nuestros hijos tengan muchas oportunidades de jugar dentro y fuera de casa que no giren en torno a los aparatos electrónicos, los videojuegos u otros juguetes caros. Para la mayoría de nosotros, nos hemos dado cuenta de que lo que realmente hace más felices a nuestros hijos es jugar juntos durante horas y horas con globos de agua, tiza de acera y balones de fútbol, a menudo hasta que se pone el sol. Los videojuegos, el iPad, el iPod y los teléfonos móviles siguen compitiendo por la atención de nuestros hijos, pero limitamos la exposición a estos artículos por diversas razones. La principal de esas razones es el deseo de tener niños social y emocionalmente sanos. Por lo tanto, intentamos que no se centren en las “cosas” y que pasen más tiempo con amigos cuya compañía disfruten; que aprendan a llevarse bien y a compartir; y que tengan un sentido de conexión con su comunidad y el mundo que les rodea.
¿Reside realmente la clave de la felicidad de los niños en realizar actividades sencillas con los amigos y no en la obsesión por el último juguete electrónico de moda? Las investigaciones parecen indicar que sí. Estudios realizados en Estados Unidos y Europa han analizado medidas de bienestar social y emocional de los niños y han llegado a la misma conclusión: las cosas que realmente hacen felices a los niños no son “cosas” en absoluto. En realidad son condiciones de vida, como tener suficiente cariño y amor; un fuerte sentido de apego a un padre u otro cuidador principal; confianza y optimismo sobre el futuro; salud física; un sentido de pertenencia a algo más grande que uno mismo; y, por supuesto, necesidades básicas como la alimentación y la vivienda.
Lo que entristece a un niño
Afortunadamente, en la última década se ha investigado mucho sobre este tema. Por fin se ha empezado a arrojar luz sobre los hábitos y comportamientos que los padres pueden adoptar para criar seres humanos felices y “completos”.
Según un estudio revisado por el profesor Robert Hughes, de la Universidad de Illinois, los niños que crecen en familias tumultuosas y muy conflictivas tienden a tener peores resultados en la vida en comparación con los niños que crecen en familias en las que los padres se llevan bien (incluidas las monoparentales).
Puede parecer una obviedad que tener una mejor relación con tu hijo dará como resultado un niño más feliz, pero lo más probable es que estés pensando en el momento en que el niño ha crecido lo suficiente como para hablar contigo y entenderte. Sin embargo, resulta que este concepto comienza ya en la infancia.
En 2014, Lee Raby y sus colaboradores de la Universidad de Delaware llevaron a cabo un estudio con 243 sujetos y descubrieron que los bebés y niños pequeños (menores de tres años) que recibían cuidados sensibles -cuidados en los que el padre o la madre satisfacían fácilmente todas las necesidades del niño a medida que iban surgiendo- tenían relaciones más sanas e incluso tenían mejores resultados académicos hasta los treinta años.
Pequeñas cosas que te hacen feliz
Criar a los hijos es difícil, y criarlos de forma que crezcan felices y contentos es aún más difícil. Como padres, queremos dar lo mejor a nuestro hijo y queremos que desarrolle una actitud positiva ante la vida, pero no hay una sola manera de hacerlo. No hay “un” estilo o técnica de crianza que pueda ayudarte a educar a tu hijo como quieres. Son las decisiones que tomes a lo largo de tu camino como padre las que decidirán cómo crecerá tu hijo. Sin embargo, hay ciertos consejos que puedes seguir para hacer todo lo posible por criar a un pequeño individuo feliz.
Los niños necesitan mucha validación. Para los niños, los padres son el primer apoyo moral que tienen para saber si están haciendo bien una cosa o no. El refuerzo positivo es necesario para criar a un niño seguro de sí mismo y feliz. Por eso es importante que aprecies a tu hijo siempre que haga algo bien. Pero no le elogies cuando se equivoque. Los falsos elogios pueden ser perjudiciales; puede que busque palabras de agradecimiento todo el tiempo, lo que podría causar problemas de motivación más adelante en la vida.
Las cosas simples te hacen feliz
Si piensas en tu infancia, sin duda recordarás algunos momentos de alegría y otros que te marcaron negativamente durante muchos años. Además, por todas partes verás consejos contradictorios sobre el desarrollo de la infancia. Un recurso le dirá que adopte un determinado enfoque, y el siguiente le dirá que evite ese enfoque a toda costa.
La buena noticia es que los últimos estudios científicos pueden decirnos mucho sobre cómo potenciar el bienestar, la satisfacción y el crecimiento emocional de los niños. Tanto si eres padre como si planeas serlo algún día, si trabajas con niños o si quieres hacer más felices a los miembros más jóvenes de la familia, estas investigaciones te ayudarán a ir un paso por delante. En esta guía veremos diez de los mejores consejos.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que algunos aspectos de la felicidad de un niño dependerán de sus intereses y preferencias particulares. No existe un plan perfecto para criar, educar o apoyar a un niño. Escuchar al niño es lo más importante que puedes hacer para asegurarte de que estás satisfaciendo sus necesidades.
