Johnny Beehner sobre el uso del jabón Hippy Dippy para ducharse
contaminando nuestro entorno estéril y con aroma a Glade con su “perfume personal”. Por ejemplo, Tara Freymoyer, de 26 años, administradora de fincas en Birdsboro, que dejó de usar desodorante en las axilas cuando empezó a salir con un tal Sr. Merkel, un compañero abstemio de desodorantes cuyo grito de guerra ante sus escandalizados amigos y familiares es: “¡Olvídame! No me importa”. Alice Feiring, escritora de vinos en Manhattan, dice que su madre no entiende su programa de duchas cuatro veces a la semana. (Revelación personal: me ducho cuatro veces a la semana y la reacción de mi madre hoy ante esta información fue: “¿Y?”).
A pesar del aspecto algo exagerado de “¡Mira esta nueva cosa inaceptable que hace la gente!” del artículo, aparentemente hay buenas razones para deshacerse de los grilletes de la higiene aséptica de la era de la Segunda Guerra Mundial. Según el Dr. Richard Gallo, jefe de la división de dermatología de la Universidad de California-San Diego, ducharse con demasiada frecuencia elimina de la piel las bacterias buenas que “producen sus propios antibióticos que eliminan las bacterias malas”. Y la piel puede perder aceites esenciales, sobre todo en invierno. Además, hay ventajas más estilizadas. Un joven desafiante del desodorante, Blake Johnson, de 25 años, menciona esta ventaja: “Ahora mismo está de moda parecer que no te importa tu aspecto”. Es como una historia de tendencias dentro de una historia de tendencias, esta pieza.
Miley Cyrus – Never Be Me (Audio)
El alma de este país siempre se ha nutrido de gente más interesada en la libertad que en los baños normales: los revolucionarios, los pioneros, los vaqueros, Henry Thoreau y Walt Whitman vivieron con sudor y suciedad.
Sin embargo, en los medios de comunicación dominantes veo un sentimiento expresado una y otra vez: el movimiento Occupy sería genial si no fuera un grupo de hippies sucios. La noción implícita es que ser sucio (presumiblemente estar relativamente desarreglado – ropas embarradas, pelo grasiento) y ser hippie (alguien comprometido con los ideales de paz, igualdad, justicia – alguien más interesado en el amor que en el beneficio) son pecados cardinales e imperdonables.
La noción de que los hippies sucios están mal y son malos por el hecho de ser sucios y ser hippies es un remanente extraño, dislocado y perverso del ideal protestante-puritano de la ética del trabajo. Es una noción que pretende defender la dignidad de la gente limpia, trabajadora y recta que vive según las reglas y produce los bienes. Estas personas limpias y decentes (se supone que debemos imaginarlas) son acosadas y puestas en evidencia por personas tan perezosas y buenas para nada que se niegan incluso a bañarse. La imagen del hippie sucio se alza como un enemigo resentido: ¿cómo se atreve alguien a relajar su horario de higiene obligatorio? ¿Cómo se atreve alguien a adoptar principios que no apoyan el paradigma existente cuando tengo que afeitarme y ducharme y levantarme para trabajar por la mañana?”
POR QUÉ NO ME DUCHA #smelly&proud
Rethymnon – Plakias – Garganta de Preveli. Lo más destacado: Excursión en barco al desfiladero de Preveli. Preveli se encuentra a unos 35 km al sur de Rethymno. Desde Rethymnon, siga la dirección de Plakias hacia la costa sur y el mar Líbico. La carretera está bien construida y es impresionante, con interesantes formaciones rocosas que ver, y se pasa por el desfiladero de Kourtaliotiko. Kourtaliotiko significa “castañuelas”. Los cretenses dicen que cuando el viento sopla a través del desfiladero suena como si alguien estuviera tocando las castañuelas, por lo que este desfiladero recibió el nombre de Kourtaliotiko.Cuando llegue a Plakias podrá pasar el tiempo en las acogedoras tabernas y quizás disfrutar de un “Frappe”.
Las tabernas y los cafés rodean el pequeño puerto, que cuenta con una hermosa playa de arena. Los pequeños barcos de excursión del puerto ofrecen excursiones al desfiladero de Prevali un par de veces al día. Estas excursiones en barco merecen la pena. El agua fluye en el desfiladero de Preveli incluso en verano, y las pequeñas embarcaciones le dejan bajar en el estuario donde el agua dulce desemboca en el mar. Las palmeras de Theophrastus rodean las orillas, lo que da al río una sensación de paisaje tropical. El desfiladero está bordeado de palmeras y puede refrescarse en las piscinas naturales, que son como grandes baños. Los excursionistas pueden subir por el desfiladero para visitar el Claustro de Preveli. Preveli fue durante los años 60 y 70 un famoso destino para los hippies. Se puede caminar a lo largo del río bajo la sombra de las palmeras. Este hermoso paseo en barco por el desfiladero de Preveli es una experiencia maravillosa para niños de todas las edades, ¡y no sólo para niños!
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Los hippies eran más famosos por su falta de baño que por sus perfumes. Sin embargo, los hippies eran conocidos por usar aceites de pachulí, almizcle, sándalo y fresa. También solían quemar incienso, lo que contribuía a su particular aroma y ayudaba a enmascarar el olor de la marihuana.
Los hippies eran miembros de un movimiento juvenil contracultural de la década de 1960. En protesta contra las asfixiantes costumbres culturales conservadoras de la posguerra estadounidense de los años 50, los hippies abogaban por el amor libre, la no violencia, la vida natural y la exploración espiritual, y rechazaban la conformidad social, el corporativismo y la autoridad.
En lugar del corte de pelo limpio, el traje y la corbata de los años 50, los hippies se dejaban crecer el pelo y la barba, y llevaban estilos mucho más informales, como camisas teñidas con corbata, mocasines, pantalones vaqueros de campana y ropa tomada de culturas no occidentales, como dashikis y joyas y cintas para la cabeza de los nativos americanos.
Los hippies eran conocidos por dejar de bañarse, o al menos de bañarse con la frecuencia que la sociedad “educada” exigía, y de usar desodorante, que se creía que contenía productos químicos nocivos, que apoyaba el capitalismo y los intereses corporativos, y que tapaba el aroma natural de la persona.
