¿Qué hago si tengo un mal día?

¿Qué hago si tengo un mal día?

Qué hacer después de un mal día en el trabajo

Tanto si el día se ha estropeado por un incidente terrible como por una serie de pequeñas molestias, un mal día puede dejarte triste, ansioso y estresado. Puedes empezar a recuperarte después de un mal día tomándote un poco de tiempo para lidiar con tus sentimientos. Ayúdate a sentirte mejor física y emocionalmente practicando el autocuidado y haciendo algo relajante. No tengas miedo de acudir a un amigo, a un familiar o a un profesional si necesitas un poco de apoyo adicional.

El contenido de este artículo no pretende sustituir el asesoramiento, el examen, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. Siempre debe ponerse en contacto con su médico u otro profesional sanitario cualificado antes de iniciar, cambiar o interrumpir cualquier tipo de tratamiento sanitario.

“Aprendí por qué la gente me menosprecia constantemente y cómo soy yo quien lo permite, es hora de cambiar eso. Me frustro porque no sé cómo responder, aprendí que tengo que ser más elocuente cuando me explico.”…” más

Tener un mal día mentalmente

Debes saber que tus sentimientos son siempre válidos, pero enfrentarte a ellos es otra cosa. Dicho esto, siempre es importante procesar tus emociones si empiezan a afectar a tu salud mental.

Al dedicar una página o un libro como espacio para desahogarte, puedes crear un espacio libre de juicios en tu diario. diario. Así que adelante, escribe lo que quieras. Lo importante es reflexionar después.

Cuando veas un patrón, podrás detectar una anomalía si se produce. Así que, cuando termines de escribir tu diario, reflexiona sobre tus emociones y cuenta tus pérdidas y victorias. Asegúrate de darte una palmadita en la espalda por todo.

  Desarrollando tus habilidades de liderazgo: Características, señales y evaluación

Tengo un mal día, ¿qué debo hacer?

Estás teniendo un mal día. Podrías optar por regodearte en él y ser malhumorado y miserable, pero tú (por no hablar de todos los que te rodean) serás mucho más feliz si encuentras la manera de salir de él. La ciencia tiene respuestas.

Las emociones negativas y el estrés tienen efectos físicos. Nuestros músculos se tensan. Nuestro ritmo cardíaco aumenta. Nuestra respiración se vuelve más pesada o demasiado superficial. Puede que ni siquiera notes estos síntomas de estrés en el momento, pero si alguna vez has vuelto a casa después de un día difícil sintiéndote dolorido y agotado, es probable que el estrés sea el culpable.

Detente. Respira. De hecho, haz algunas respiraciones meditadas utilizando la técnica 4-7-8, una práctica que se utiliza a menudo en el yoga y la meditación. (La técnica 4-7-8 es esencialmente una modificación de la respiración pranayámica).

Busca un lugar tranquilo y cómodo donde puedas estar a solas durante unos minutos. Presta atención a tu respiración natural durante un rato y permítete estar en silencio. Deja que desaparezca cualquier distracción de tu entorno. A continuación, inspira contando hasta cuatro, mantén la respiración contando hasta siete y exhala lentamente contando hasta ocho. Repite esto varias veces hasta que te sientas relajado.

Cómo recuperarse de un mal día en 5 minutos

¿Pero qué pasa con el día siguiente a ese mal día? A menudo olvido que, incluso cuando un mal día ha terminado, algunas partes de mi cuerpo y mi mente siguen necesitando tiempo y ayuda para recuperarse. La forma en que respondes al suceso y cómo dejas que afecte a tu vida en el futuro, incluso si se trata de un suceso aparentemente pequeño, puede marcar la diferencia entre un bache en el camino y un suceso que cambie tu vida. Al igual que muchas experiencias en la vida, puedes aprender de este mal día y crecer a partir de él, o dejar que te pese hasta que te veas obligado a afrontarlo.

  ¿Cuándo se hace una donación hay que pagar plusvalía?

El primer paso para recuperarte de un mal día es reconocer tus sentimientos y lo que te ha ocurrido. Tanto si se trata de una mala nota en un examen, de una pelea con un amigo o de ningún motivo concreto, es importante aprovechar tus sentimientos y reflexionar sobre ellos. Mi método preferido para hacerlo es escribir un diario, porque crecí escribiendo mis sentimientos cuando sentía que no tenía a nadie más a quien recurrir. Pero la reflexión sobre los sentimientos no tiene por qué adoptar la forma de un diario de papel y lápiz. Puede que te resulte más eficaz escribir tus pensamientos, grabarte hablando en voz alta o hablar con un ser querido sobre lo que sientes. A veces incluso he sentido que no bastaba con uno de estos métodos, y no hay nada de malo en utilizar más de un método para trabajar los sentimientos. Al fin y al cabo, el método es menos importante que el hecho de peinar tus emociones, mirarlas a la cara y hacerles preguntas importantes.

Relacionadas

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad