¿Cuál es la importancia del destino para los griegos?

Dios del destino

En la antigua religión y mitología griegas, los Moirai (/ˈmɔɪraɪ, -riː/, también deletreados Moirae o Mœræ;[1][2] griego antiguo: Μοῖραι, “suertes, destinos, repartidores”), a menudo conocidos en español como las Parcas (latín: Fata), eran las encarnaciones del destino; su equivalente romano eran los Parcae (eufemísticamente los “ahorradores”), y hay otros equivalentes en culturas que descienden de la cultura protoindoeuropea. Su número se fijó en tres: Clotho (“hilandera”), Lachesis (“repartidora”) y Atropos (“la que no puede girar”, metáfora de la muerte).

Clotho, la más joven de las hermanas, presidía el momento en que nacemos y tenía una rueca en la mano; Lachesis hilaba todos los acontecimientos y acciones de nuestra vida; y Atropos, la mayor de las tres, cortaba el hilo de la vida humana con unas tijeras[4].

El papel de los Moirai era asegurar que cada ser, mortal y divino, viviera su destino tal y como se lo asignaban las leyes del universo. En el caso de los mortales, este destino abarcaba toda su vida y se representaba como un hilo hilado en un huso. Por lo general, se consideraba que estaban por encima incluso de los dioses en su papel de ejecutores del destino, aunque en algunas representaciones Zeus, el jefe de los dioses, puede darles órdenes[5].

Moira griega

¿Son las personas realmente responsables de sus actos? Esta pregunta ha desconcertado a la humanidad a lo largo de la historia. A lo largo de los siglos, se ha reflexionado sobre la influencia del poder divino o diabólico, del entorno, de la genética e incluso del entretenimiento, para determinar el grado de libertad de cualquier individuo a la hora de tomar decisiones morales.

  ¿Dónde se puede ver Ven a cenar conmigo?

Los antiguos griegos reconocían el papel del Destino como una realidad externa al individuo que moldeaba y determinaba la vida humana. En los tiempos modernos, el concepto de Destino ha desarrollado el halo nebuloso del destino romántico, pero para los antiguos griegos, el Destino representaba una fuerza aterradora e imparable.

El destino era la voluntad de los dioses, una realidad ineludible revelada ritualmente por el oráculo de Delfos, que hablaba en nombre del propio Apolo en misteriosos pronunciamientos. La promesa de la profecía atraía a muchos, pero estos mensajes solían ofrecer al interrogador respuestas incompletas y enloquecedoramente evasivas que iluminaban y a la vez oscurecían el camino de la vida. Una famosa revelación en Delfos ofreció a un general la tentadora profecía de que obtendría una gran victoria si avanzaba sobre su enemigo. El oráculo, sin embargo, no especificaba a quién le correspondería la victoria.

El destino en la tragedia griega

A continuación, nos esforzamos por centrarnos en el motivo por el que la mitología era tan importante en esos periodos de tiempo concretos. Según el artículo de la Enciclopedia Británica sobre la mitología griega, “los pueblos de todos los países, épocas y etapas de la civilización han desarrollado mitos que explican la existencia y el funcionamiento de los fenómenos naturales, relatan las hazañas de los dioses o los héroes, o tratan de justificar las instituciones sociales o políticas”. Esto demuestra que la mayoría de los que han creado mitos, lo hicieron para explicar incluso las cosas más mundanas. Por lo tanto, era un aspecto importante de la vida cotidiana. Tenemos ejemplos de personas que crearon dioses de diferentes elementos climáticos, del amor, etc.

  Hemofovia: una fobia impactante y cómo superarla

Cuerda roja del destino mitología griega

Las Hermanas del Destino son tres hermanas primordiales nacidas de Erebus y Nyx. Tienen el poder de controlar el tiempo mismo y controlar el destino de todos los Titanes, Dioses, y especialmente de los mortales. Son las antagonistas secundarias de God of War II, hasta su derrota a manos de Kratos en su búsqueda de venganza contra Zeus.

Como las tres Hermanas del Destino, Lahkesis, Atropos y Clotho determinaron el destino de todos los mortales, dioses y titanes. Clotho tejió los Hilos del Destino, dando comienzo a toda la vida. Lahkesis medía los hilos y determinaba la duración de la vida de los mortales, dioses y titanes. Atropos cortaba los hilos, poniendo fin a la vida.

En God of War II, tras ser traicionado por Zeus, Kratos fue despojado de su poder divino y asesinado. Aunque consiguió luchar para salir del Hades y volver al reino de los vivos, seguía siendo mortal, por lo que le era literalmente imposible subir al Olimpo para enfrentarse a Zeus. La única forma de vengarse sería cambiar la forma en que se desarrollaron los acontecimientos para cambiar su destino. Para ello, viajó a la Isla de la Creación para encontrar el Telar del Destino, que tiene el poder de controlar el tiempo y, por tanto, el poder de permitir a Kratos cambiar su pasado.

Relacionadas

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad