Cómo perder el control
Aunque estoy mucho mejor que antes, soy un poco maniático del control. A menudo gasto energías perfectamente buenas intentando planificar, predecir y prevenir cosas que no puedo planificar, predecir o prevenir.
Por ejemplo, me pregunto si mi bebé dormirá una siesta adecuada cuando viajemos y, si no es así, qué tan malhumorada estará. Pienso en sus patrones de viaje y de siesta, intentando averiguar exactamente a qué nos enfrentamos, como si su sueño fuera algo que pudiera controlar.
Cuando confiamos en que estamos bien independientemente de las circunstancias que se nos presenten, no necesitamos microgestionar el universo. Nos dejamos llevar. Y nos abrimos a todo tipo de posibilidades maravillosas que no existen cuando estamos apegados a un camino “correcto”.
Sospecho que es ligeramente diferente para todos, pero esto es lo que el modo de control parece y se siente para mí: Mi visión se vuelve muy estrecha y enfocada, mi respiración es poco profunda, la adrenalina se dispara y mi ritmo cardíaco aumenta.
Por ejemplo, cuando soy consciente de que estoy en modo control, me imagino que estoy en una pequeña barca remando río arriba, contra la corriente. Es difícil. Es una lucha. Así es como se siente el modo de control para mí.
Cómo dejar de lado el control
Asumen toda la responsabilidad de sus éxitos y fracasos en la vida y creen que tienen la capacidad de controlar todo en su vida, desde el control de sus finanzas hasta el control de su salud.
Alguien que acude a una entrevista de trabajo y que es rechazado, a pesar de poseer la cualificación y la experiencia adecuadas para el puesto, si tiene un locus de control externo, pensaría para sí mismo que tal vez otro que está sobrecualificado se presentó al puesto o que no le gustó al entrevistador.
Tener un locus de control externo o interno depende en gran medida de tus experiencias en la vida, ya sea desde tu infancia o desde la edad adulta. Si te has dado cuenta de que el trabajo duro da sus frutos, es probable que tengas un locus de control interno.
Te quita mucho tiempo y energía preocuparte por cosas que están fuera de tu control, o desear que las circunstancias sean diferentes, o intentar convencer a la gente de que tiene que cambiar o hacerlo de otra manera.
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Cuestiones de control
El control compulsivo es la deriva de un individuo que le lleva a querer controlarlo todo, a cualquier dirección o a cualquier supervisión sin ser necesariamente consciente de ello. Dirigida en principio hacia uno mismo, controlando sus sentimientos, sus emociones e incluso sus pensamientos, el controlador compulsivo extiende su campo de acción a los demás.o ¿Qué es una persona controladora? La persona controladora busca así que el otro haga, diga, piense o sienta esto qu’ella quiere que el otro haga, diga, piense o sienta, esto en contra de su voluntad o sin su conocimiento. El juego de poder la mayoría de las veces produce malestar en el que lo sufre.
¿Cuando queremos controlarlo todo? Esto puede parecer sorprendente porque quienes quieren controlarlo todo tienden a ocultar sus emociones, pero su comportamiento suele significar una necesidad de amor. Este deseo de cualquier querer hacer bien ocultaría el deseo de complacer y satisfacer a los que le rodean.Entradas relacionadasPosts
más ¿Cómo reaccionar ante una persona controladora? Mantener la calma. ¿Cómo llamar a una mujer que quiere tener el control? He aquí algunos comentarios poco sugerentes que se pueden hacer sobre la persona psicorrígida. ¿Te recuerda a alguien? No muy buena en la comunicación, la persona psicorígida no puede dejar de decidir a cualquier : vacaciones, menús, actividades, horarios, Thu debe hacer qué y cuándo …¿Qué es ser psicorígido? Para los psicólogos, la personalidad psicorígida es un mecanismo de defensa ligado a los trastornos obsesivos. Se habla pues de personalidad obsesiva. La persona psicorígida desea gobernar y controlar todo porque es una persona ansiosa que no puede adaptarse a los trastornos.¿Cómo se llega a ser psicorígido? No nacemos psicorígidos, nos hacemos. Según la teoría psicoanalítica, se trataría de personas que habrían idealizado demasiado a sus padres: así, experimentarían una gran satisfacción al ajustarse a las normas, del mismo modo que de niños obedecían a los adultos.
Psicología necesidad de control
Y si lo piensa, hasta cierto punto es una forma natural y saludable de navegar por nuestro mundo, a menudo caótico e impredecible. Pero si su necesidad de controlarlo todo (y a todos) se ha vuelto bien, fuera de control, podría ser el momento de mirar lo que está subyacente a su comportamiento.
“Cuando microgestionamos y nos obsesionamos con cada detalle de nuestras vidas, es porque tenemos miedo de que, si no lo hacemos, las cosas se descontrolen. Ese mismo miedo crea expectativas rígidas sobre cómo debería ser la vida y cómo deberían pensar y comportarse los demás.” El tao de la influencia: Sabiduría antigua para líderes y empresarios modernos
Los patrones de poder -que a menudo se confunden con rasgos de personalidad- surgen como una forma de manipular nuestro entorno para sentirnos bien con nosotros mismos, pero en realidad distorsionan nuestro verdadero poder y nos causan mucho dolor y sufrimiento innecesarios.
En mi libro, El Tao de la Influencia, hablo de los retos a los que se enfrenta todo el mundo con el Controlador interior. En el fondo, los Controladores creen que el universo no es seguro. A menudo, esta creencia proviene de un abuso o un trauma en una etapa temprana de la vida. Este trauma hace que las personas desarrollen un profundo miedo a no tener ningún control sobre sus propias vidas.