¿Qué significa seguir las huellas de Jesús?
Seguir verdaderamente a Cristo requiere todo lo que tienes. Es una dedicación total de tu vida y tus recursos a la causa de Cristo. Jesús llamó a la gente a seguirle, y muchos de ellos se convirtieron en sus discípulos (Mateo 4:18-22; 8:22; 9:9; 10:2-4; Lucas 9:23; Juan 1:43). Cuando la gente se interesó por lo que Jesús tenía que ofrecerles, hizo un llamamiento para que le siguieran: “Y llamando a la multitud con sus discípulos, les dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará” (Marcos 8:34-35; véase también Juan 3:16).
Los requisitos para seguir a Cristo no son para los débiles de corazón. Jesús dijo: “‘Si alguien viene a mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo'” (Lucas 14:26). Concluyó este pasaje diciendo “‘por tanto, cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que tiene no puede ser mi discípulo'” (Lucas 14:33; ver Lucas 14:25-33). Este es un lenguaje fuerte. ¿Significa realmente que tenemos que odiar a los miembros de nuestra familia? Difícilmente. Este pasaje no significa que no podamos amar o cuidar de nuestras familias o de las cosas que nos han sido dadas, sino que señala que todo lo que podamos poseer necesita ser sostenido con la mano abierta para que podamos soltarlo a Cristo en cualquier momento. Significa que tenemos que valorarlo a Él más que a cualquier otra cosa o persona.
Qué se necesita para seguir a Jesús
“No todo el que me diga: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos. En aquel día muchos me dirán: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y expulsamos demonios en tu nombre, y realizamos muchas obras poderosas en tu nombre? Y entonces les declararé: ‘Nunca os conocí; apartaos de mí, obreros de la iniquidad’.
Como hijos obedientes, no os conforméis a las pasiones de vuestra antigua ignorancia, sino que, como el que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra conducta, pues está escrito: “Seréis santos, porque yo soy santo”.
No me habéis elegido a mí, sino que yo os he elegido a vosotros y os he designado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca, para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Estas cosas os mando, para que os améis unos a otros.
¿Quieres que te muestren, insensato, que la fe sin obras es inútil? ¿Acaso nuestro padre Abraham no fue justificado por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac en el altar? Ves que la fe fue activa junto con sus obras, y la fe fue completada por sus obras; y se cumplió la Escritura que dice: “Abraham creyó a Dios, y le fue contado como justicia”, y fue llamado amigo de Dios. Ves que una persona es justificada por las obras y no sólo por la fe.
Qué significa seguir a Cristo versículo bíblico
¿Realmente quiere Dios que los niños pequeños queden huérfanos, que los padres y abuelos ancianos sean abandonados por sus hijos capaces, que los esposos se separen, que todas las posesiones grandes y pequeñas sean abandonadas, y que todos los demás prediquen el Evangelio descalzos y desnudos? Por supuesto que no.
¿Acaso nuestro Padre celestial no envió a Jesús a renunciar a todo, incluida su propia vida, para que pudiéramos ser liberados, vivir en paz y vivir la vida en plenitud (Juan 10:10)? ¿Cómo puede entonces pedirnos que renunciemos a todo lo que Él nos ha dado gratuitamente?
Jesús está mostrando aquí lo que se necesita para ser sus verdaderos discípulos. Él nos ha comprado con su propia y preciosa vida. Esto hace que seguirlo como un discípulo en ciernes, no sea una cosa barata que puede ser fácilmente agarrada por cualquiera desde el drive-through de las famosas cadenas de comida rápida con sólo unas pocas monedas. Seguir verdaderamente a Jesús tampoco será un paseo por el parque. Sus palabras significan que para seguirle, debemos aprender a soltar nuestro apego de todo lo que tenemos.
Dios está hablando de lealtad y fidelidad porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón (Mateo 6:21). Aunque Él no pretende quitarnos todo lo que tenemos al instante, debemos estar siempre dispuestos a renunciar a cualquier cosa si vamos a elegir entre seguirle a Él o a este mundo. Esto constituye un discípulo verdadero y leal.
Qué pasa cuando sigues a Jesús
Nuestro viaje de fe comienza en el momento en que abrimos nuestros corazones y recibimos a Jesucristo como nuestro salvador. Esto sucede cuando abrazamos estas simples, pero profundas verdades: La Biblia enseña claramente que una vez que hemos tomado esta decisión personal de seguir a Jesús, debemos afirmar nuestro compromiso a través del bautismo. La palabra bautismo significa literalmente “ser sumergido en”. Cuando nos bautizamos, estamos diciendo públicamente que nos identificamos como seguidores de Jesús. El acto de bajar al agua simboliza su muerte y sepultura. Al salir del agua, declaramos a todos los presentes que el mismo poder de resurrección que trajo a Jesucristo de vuelta de la muerte está actuando en nosotros hoy.
Tu vida en Cristo es un viaje. Como cualquier viaje, hay cimas y valles, éxitos y fracasos. Pero, a medida que avanzamos, nos parecemos cada vez más a Jesús, tanto en nuestra forma de pensar como en nuestras acciones. Como seguidores de Jesús, nuestras vidas estarán marcadas por las siguientes cualidades y características: