Creencias generales
Dada la complejidad de los constructos de religiosidad y espiritualidad, resulta fundamental especificar cómo se han conceptualizado estos conceptos en la literatura. De acuerdo con Pargament (1997), la religiosidad y la espiritualidad se conciben en términos de valores, creencias, comportamientos e identidad del individuo, que pueden centrarse en los aspectos sagrados o funcionales de la religión.
Un apoyo adicional a este punto de vista consiste en el papel de las creencias y prácticas religiosas que suelen estar relacionadas positivamente con la satisfacción vital (Koenig y Larson, 2001; Abu-Raiya et al., 2015; Krause, 2015). Mantener creencias con una fuerte convicción, ya sean referidas a la existencia o no de Dios, puede ejercer por sí mismo un efecto saludable y mejorar el bienestar individual al reducir la disonancia cognitiva. En ausencia de certeza subjetiva, las personas podrían experimentar un estado de tensión psicológica que están motivadas a reducir (Kahneman et al., 1982; Kitchens y Phillips, 2018). Estas podrían ser las razones subyacentes al hecho de que una vez que los individuos religiosos y no religiosos son comparados de forma justa en cuanto a la fuerza de sus creencias, informan de un nivel de bienestar similar, como mostraron Galen y Kloet (2011).
Cómo se forman las creencias
Ilana Horwitz no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
En Estados Unidos, las circunstancias demográficas del nacimiento de un niño determinan sustancialmente el éxito académico. Los sociólogos llevan décadas estudiando cómo los factores que escapan al control de los estudiantes -como la raza, la riqueza y el código postal de sus padres- afectan a sus oportunidades y logros educativos.
En los últimos 30 años, sociólogos y economistas han realizado varios estudios que muestran sistemáticamente una relación positiva entre la religiosidad y el éxito académico. Estos estudios demuestran que los alumnos más religiosos obtienen mejores notas y completan más estudios que sus compañeros menos religiosos. Pero los investigadores debaten sobre el significado real de estos resultados y sobre si el aparente efecto de la religiosidad en el rendimiento de los alumnos tiene que ver realmente con la religión o es el resultado de otros factores subyacentes.
Creencias y valores
En las creencias vivimos, nos movemos y somos Las creencias constituyen la base de nuestra vida, el terreno sobre el que vivimos Toda nuestra conducta, incluida la vida intelectual, depende del sistema de nuestras auténticas creencias. En ellas está latente, como implicaciones de lo que específicamente hacemos o pensamos el hombre, en el fondo, está creyendo o, lo que es igual, el estrato más profundo de nuestra vida, el espíritu que mantiene y lleva a todos los demás, está formado por creencias…(Ortega y Gasset)
Elementos de los sistemas de creenciasLos siguientes elementos se enumeran en el orden que sería lógicamente necesario para la comprensión de un sistema de creencias. Esto no implica prioridad en el valor o en un sentido causal o histórico.
Found Sci 21, 147-152 (2016). https://doi.org/10.1007/s10699-015-9409-zDownload citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
Ejemplos de creencias
La salud humana tiene múltiples fuentes: material, social, cultural y espiritual. Somos seres físicos con necesidades materiales de alimentos nutritivos, aire y agua limpios y una vivienda adecuada, así como de actividad física y sueño. También somos seres sociales que necesitan familias, amigos y comunidades para prosperar. Somos seres culturales: de todas las especies, sólo nosotros necesitamos culturas para que la vida merezca la pena. Y somos seres espirituales, conectados psíquicamente a nuestro mundo.
En este artículo hago algunas observaciones generales sobre la expresión cultural, o la traducción, de lo espiritual, especialmente a través de las religiones, y cómo esto puede afectar a la salud. El artículo se basa en los determinantes sociales de la salud y el bienestar, especialmente en las influencias culturales.1-3 No se trata de una revisión de la literatura de investigación sobre religión y salud (que se trata en otros artículos de este suplemento). Refleja la creencia de que el cambio cultural puede estudiarse de forma útil a gran escala de las influencias globales que afectan a sociedades enteras, y no sólo a pequeña escala de la cultura como conocimiento local que da forma a la vida diaria de individuos y grupos (el enfoque favorecido por los antropólogos).3,4
