¿Cuál es el autoconocimiento de una persona?

¿Cuál es el autoconocimiento de una persona?

Autoconcepto

El autoconocimiento requiere una autoconciencia y una autoconciencia continuas (que no debe confundirse con la conciencia). Los bebés y los chimpancés muestran algunos de los rasgos de la autoconciencia[1] y la agencia/contingencia,[2] pero no se considera que tengan también autoconciencia. Sin embargo, en un nivel mayor de cognición, surge un componente de autoconciencia además de un mayor componente de autoconciencia, y entonces es posible preguntar “¿Cómo soy?”, y responder con autoconocimiento, aunque el autoconocimiento tiene límites, como se ha dicho que la introspección es limitada y compleja[cita requerida].

El autoconocimiento es un componente del yo o, más exactamente, del autoconcepto. Es el conocimiento de uno mismo y de sus propiedades y el deseo de buscar ese conocimiento lo que guía el desarrollo del autoconcepto, aunque ese concepto sea defectuoso. El autoconocimiento nos informa de nuestras representaciones mentales de nosotros mismos, que contienen los atributos que emparejamos de forma exclusiva con nosotros mismos, y las teorías sobre si estos atributos son estables o dinámicos, en la medida en que podamos evaluarnos.

Conciencia de sí mismo

Einstein reflexionó una vez: “¿Cuántas personas están atrapadas en sus hábitos cotidianos: en parte insensibles, en parte asustadas, en parte indiferentes? Para tener una vida mejor, debemos seguir eligiendo cómo vivimos” (Cooper, 2001, p. 131).

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El autoconocimiento en psicología es “la información genuina real que uno posee sobre sí mismo” (Morin & Racy, 2021, p. 373). Esto incluye información sobre nuestro estado emocional, rasgos de personalidad, relaciones, patrones de comportamiento, opiniones, creencias, valores, necesidades, objetivos, preferencias e identidad social (Morin & Racy, 2021).

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Esta fuente de autoconocimiento se produce al compararnos con los demás. Las subcategorías incluyen las comparaciones ascendentes y descendentes, en las que nos comparamos con alguien que está mejor y peor, respectivamente (Brown, 1998).

Autoconocimiento y autoconciencia

¿Cómo se puede mejorar el autoconocimiento de la personalidad? ¿Qué camino es el más fructífero para aprender sobre nuestro verdadero yo? Las investigaciones anteriores han señalado dos vías principales para aprender sobre el yo: mirar hacia dentro (por ejemplo, la introspección) y mirar hacia fuera (por ejemplo, la retroalimentación). Aunque la mayor parte de la literatura sobre estos temas no mide directamente la exactitud de las autopercepciones (es decir, el autoconocimiento), revisamos estas vías y su potencial para mejorar el autoconocimiento. Llegamos a la conclusión de que la retroalimentación explícita, una vía en gran medida no examinada, es probablemente una vía fructífera para aprender sobre la propia personalidad. En concreto, sugerimos que el autoconocimiento podría realizarse plenamente mediante el uso de la retroalimentación explícita de otras personas cercanas y conocedoras. Por lo tanto, concluimos que el camino hacia el autoconocimiento no puede recorrerse en solitario, sino que debe hacerse con otras personas cercanas que puedan ayudarnos a arrojar luz sobre nuestros puntos ciegos.

“Seguramente debería conocerme mejor de lo que estos indiferentes forasteros pueden conocerme; es más, mejor incluso que mis amigos íntimos, a los que nunca les he contado aquellos elementos de mi experiencia interior que han conformado principalmente mi vida.

Autoconocimiento deutsch

Aunque la mayoría de las personas creen que son conscientes de sí mismas, el verdadero autoconocimiento es una cualidad poco frecuente. En este artículo, el autor describe una reciente investigación a gran escala que arroja luz sobre algunos de los mayores obstáculos, mitos y verdades sobre lo que es realmente la autoconciencia, y lo que se necesita para cultivarla. En concreto, el estudio descubrió que en realidad hay dos tipos distintos de autoconciencia, que la experiencia y el poder pueden obstaculizar la autoconciencia, y que la introspección no siempre hace que uno sea más consciente de sí mismo. Comprender estos puntos clave puede ayudar a los líderes a aprender a verse a sí mismos con mayor claridad.

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La autoconciencia parece haberse convertido en la última palabra de moda en el ámbito de la gestión, y con razón. Las investigaciones sugieren que cuando nos vemos a nosotros mismos con claridad, tenemos más confianza y somos más creativos. Tomamos decisiones más acertadas, establecemos relaciones más sólidas y nos comunicamos con mayor eficacia. Somos menos propensos a mentir, engañar y robar. Somos mejores trabajadores y conseguimos más ascensos. Y somos líderes más eficaces, con empleados más satisfechos y empresas más rentables.

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