¿Cuál es la diferencia entre orar y rogar?

¿Cuál es la diferencia entre orar y rogar?

Petición de oración

Jesús dijo: “Supón que vas a casa de un amigo a medianoche, queriendo que te preste tres panes. Le dices: ‘Un amigo mío acaba de llegar de visita, y no tengo nada para que coma’.  Y supongamos que él grita desde su habitación: ‘No me molestes. La puerta está cerrada por la noche, y mi familia y yo estamos todos en la cama. No puedo ayudarte’.  Pero te digo esto: aunque no lo haga por amistad, si sigues llamando el tiempo suficiente, se levantará y te dará lo que necesites por tu descarada persistencia. Así que te digo, sigue pidiendo, y recibirás lo que pides. Sigue buscando, y encontrarás. Sigue llamando, y se te abrirá la puerta” (Lucas 11:5-9, NLT).

A menudo he oído a la gente citar Lucas 11:9 sobre pedir, buscar y llamar, pero a veces nos olvidamos de leer el contexto antes o después para obtener la imagen completa. En este relato, Jesús estaba tratando de ayudar a sus discípulos a entender un importante principio de la oración: la persistencia.

1 pm news headlines | 29 de mayo

Traed el diezmo completo al almacén, para que haya alimento en mi casa. Y así me pondrán a prueba, dice el Señor de los ejércitos, si no les abro las ventanas del cielo y derramo para ustedes una bendición hasta que no haya más necesidad.

Un salmo de David. El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar. Me conduce junto a aguas tranquilas. El restaura mi alma. Me conduce por sendas de justicia por amor a su nombre. Aunque camine por el valle de la sombra de la muerte, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me confortan. Preparas una mesa ante mí en presencia de mis enemigos; unges mi cabeza con aceite; mi copa rebosa. …

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Y te humilló y te hizo pasar hambre y te alimentó con el maná, que tú no conocías, ni tus padres conocieron, para hacerte saber que no sólo de pan vive el hombre, sino que el hombre vive de toda palabra que sale de la boca del Señor.

Pasarán por la tierra, muy angustiados y hambrientos. Y cuando tengan hambre, se enfurecerán y hablarán despectivamente contra su rey y su Dios, y volverán el rostro hacia arriba.

Deja de suplicar y empieza a recibir | Joyce Meyer

Tienes algo que quieres pedirle a Dios, pero no sabes cómo hacerlo. Dios escucha tus oraciones, pero no siempre te da exactamente lo que pides. Es importante alabar a Dios y buscar el perdón de los pecados antes de pedirle que te dé lo que quieres. Pídele a Dios que actúe como Él quiere. Además, sé honesto y específico cuando le pidas lo que quieres. Sea paciente y crea que Dios actuará.

Resumen del artículoPara pedirle algo a Dios, primero alábelo y agradézcale por todas las cosas buenas de su vida para mostrar su gratitud. Luego, sea honesto sobre lo que quiere y por qué lo quiere. Por ejemplo, diga algo como: “Señor, últimamente he sido egoísta y eso está afectando a mi familia. Por favor, ayúdame a ser un mejor padre y esposo para que mi familia sea feliz”. Puede que Dios no responda a tu oración inmediatamente, pero sé paciente y sigue orando por lo que quieres. Mientras tanto, lee algunas escrituras y concéntrate en llevar una vida piadosa para construir una mejor relación con Dios. Para más consejos, incluyendo cómo pedir perdón a Dios cuando pecas, sigue leyendo.

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Rúbrica de la Mente Rogando al Dr. Shrikant Talari

La inoportunidad es la persistencia urgente. Una persona importuna es aquella que persiste en pedir algo hasta el punto de ser molesta. Jesús planteó una vez un escenario: supongamos que un hombre va a casa de un amigo por la noche y le pide unos panes para alimentar a un invitado inesperado. El amigo se niega, diciendo que su familia ya está dormida y no quiere despertarla. Pero el hombre no se da por vencido; sigue llamando a la puerta. Finalmente, Jesús dice: “Aunque no se levante y le dé, porque es su amigo, se levantará y le dará todo lo que necesite” (Lucas 11:8). Esta fue la manera en que Jesús ilustró la necesidad de una oración persistente -incluso importuna-, una oración que podría calificarse de mendicidad descarada o, como dice la NVI, que muestra una “audacia desvergonzada”.

Aunque la palabra importunidad no se utiliza en Lucas 18:1-8, el principio de la oración persistente también se enseña allí. Fue debido a la desvergonzada súplica de la viuda que el malvado juez finalmente cedió y le hizo justicia. La viuda se negó a aceptar un “no” como respuesta y siguió acosando al juez más allá del lugar donde la mayoría de la gente se detendría. La defensa que hace Jesús de la importunidad desafía nuestra comprensión de la oración. Nos parecería que la importunidad en la oración no es necesaria, puesto que Dios ya ha escuchado nuestras oraciones (Salmo 34:17; 69:33; 1 Juan 5:14). Sin embargo, Jesús dice que el Padre quiere que nuestras oraciones sean persistentes. La importunidad revela sinceridad y deseo de corazón.

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