Lo echo de menos
Al final me di cuenta de que perdonar a esta persona era la única manera de liberarme. El resentimiento, la amargura y a veces la pura rabia me estaban matando lentamente. Se manifestaban en enfermedades emocionales y físicas, constriñendo mi vida de manera que era poco más que la suma de mis agravios y dolores.
Ha habido momentos en los que me he quedado atrapada en recuerdos dolorosos en lugar de estar presente en la relación tal y como es hoy. Otras veces he creído reconocer comportamientos que recuerdan al pasado, y he luchado por establecer límites claros para mí.
A veces la respuesta es, simple y llanamente, que es hora de alejarse, incluso si se trata de una relación con un familiar. Pero si decides no hacerlo por la razón que sea, si sientes que vale la pena luchar por ello, estas ideas pueden ayudarte a permanecer -y ser feliz- en esta relación tal y como es:
Hace años, un terapeuta me dijo que no puedes hacer que la gente cambie; si no están abiertos a ello, sólo puedes cambiar la forma en que respondes y te relacionas con ellos. Sabiendo esto, puedes decidir que no eres capaz de mantener esta relación. Tienes que ser sincero contigo mismo: ¿es realmente saludable seguir en esta situación?
Qué hacer cuando se echa de menos a alguien
No hay nada malo en querer el amor o en querer ser amado por alguien, aunque ese alguien te haya roto. No hay nada de malo en no poder dejar ir a alguien que te hizo daño porque antes del daño hubo recuerdos felices; hubo amor. Hubo momentos a los que te aferras y que no puedes dejar pasar porque no quieres aceptar la realidad.
Es fácil decir que no necesitas a alguien, pero eso no significa que tu corazón no siga sufriendo por él. Es fácil fingir que estás bien estando solo cuando estás en una habitación llena de gente. Es fácil actuar como si tu vida no fuera un torbellino caótico cuando tienes que hacerlo, pero eso no impide que las lágrimas caigan en el momento en que estás solo. No evita el vacío que te consume y el dolor que sientes en el pecho.
Echar de menos a alguien no te hace débil, ni patético, ni incapaz de estar solo: te hace humano y vulnerable. Se te permite echar de menos a alguien que te rompió, incluso si todo el mundo te dice lo mucho mejor que te mereces, porque eso no detiene el dolor.
Por qué extraño a alguien que me trató mal
Este artículo fue escrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es una consejera profesional con licencia en Wisconsin especializada en adicciones y salud mental. Ella proporciona terapia a las personas que luchan con las adicciones, la salud mental y el trauma en los entornos de salud de la comunidad y la práctica privada. Recibió su maestría en Consejería de Salud Mental Clínica de la Universidad de Marquette en 2011.
Cuando amas a alguien y no te corresponde, puedes sentir que tu mundo se acaba. El dolor que experimentas es muy real. La ciencia ha demostrado incluso que el rechazo activa las mismas neuronas sensoras del dolor en tu cerebro que el dolor físico[1].
Este artículo fue escrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es una consejera profesional con licencia en Wisconsin especializada en adicciones y salud mental. Ofrece terapia a personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y el trauma en entornos de salud comunitarios y en la práctica privada. Recibió su Maestría en Consejería de Salud Mental Clínica de la Universidad de Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 3.704.517 veces.
Echando de menos a un ser querido
Cuando nuestros seres queridos están lejos, puede haber momentos en los que los echamos de menos intensamente; recordamos haberlos tenido cerca y rememoramos los momentos que compartimos. Pero en algunas situaciones, la relación simplemente… se acaba. Y ya sea por una muerte, un divorcio, el servicio militar o simplemente una mala discusión, puede que no nos queden más que recuerdos y memorias dispersas de una relación. Y la sensación de frío que se instala en nuestro estómago, los pensamientos acelerados y las noches de insomnio son bastante reales: los científicos saben ahora que el dolor psicológico y fisiológico de perder a alguien forma parte de un complejo proceso similar al del síndrome de abstinencia.
Pero la forma de afrontar la pérdida de alguien depende de nosotros, y a veces es más fácil intentar apartar la vista del desastre que tenemos delante. Sin embargo, no todo está perdido; no del todo. Aunque es cierto que podemos encontrarnos reflexionando con nostalgia sobre los momentos pasados con la persona que hemos perdido, en realidad está bien echarla de menos. De hecho, reconocer que hemos experimentado una pérdida puede ser una forma saludable de superar lo que sentimos.Lee: Asesoramiento sobre el duelo 101
