Cómo lidiar con alguien que te culpa de todo
Le conocí poco después de que rompiera con su entonces prometida, y creía que estaba preparado para seguir adelante, pero no lo estaba. Después de muchos meses de fastidiarme, terminamos. Corté el contacto porque aún me dolía y aún me importaba.
Finalmente, le escribí para ver si podía cerrar la relación y considerar si podíamos salvar una amistad. Su respuesta fue mordaz, vitriólica y furiosa. Me culpaba de que su ex prometida no le diera otra oportunidad.
Sin embargo, él había tomado esas decisiones. Insistió en que la culpa era mía y que yo le había costado todo, a pesar de que lo único que había hecho era apoyarle y responder a su interés por mí. Ni siquiera le había conocido antes de su ruptura.
Más allá de eso, también habíamos sido, pensé, muy buenos amigos que habían conectado a un nivel que es raro encontrar en la vida. Me dolía que la persona con la que creía haber conectado así ahora sintiera tanta ira y odio hacia mí.
Era difícil que no me afectara, y me dolía profundamente. Caí en una pequeña depresión y, aunque sabía que no había hecho nada para justificar esos ataques verbales tan despiadados, seguía cuestionándome a mí misma y a mis acciones.
El novio me hace sentir mal por estar molesto
Estar en el extremo receptor de la culpa puede ser agotador, exasperante y doloroso. Puede hacerte sentir diminuta: como si nada de lo que haces fuera lo suficientemente bueno o lo fuera a ser. Puede acabar con tu sentido de la confianza en tu pareja y sustituirlo por un creciente sentimiento de resentimiento e ira.
Pero la culpa también puede ser algo defensivo. Puede ser algo que hacemos cuando sentimos que no se nos tiene en cuenta o no se nos cuida de la manera que quisiéramos. Y, lo que es más común, también puede ser algo que hacemos porque nos cuesta entender o manejar nuestras propias emociones, y preferimos proyectarlas en otras personas.
Una mujer que dice a su pareja: “Nunca me escuchas” puede estar expresándose de forma crítica, pero, en otro sentido, también está comunicando algo: que quiere ser escuchada. Del mismo modo, un hombre que le dice a su pareja: “No me respetas” quizás esté exagerando, o incluso eligiendo ignorar las veces que su pareja le ha mostrado su respeto, pero, de nuevo, también está expresando algo más: una necesidad que siente que no está siendo satisfecha.
¿Estoy exagerando en una relación?
Desde que nació mi bebé (ahora tiene 12 meses), mi matrimonio cambió. Mi marido cambió. Yo también cambié. Me convertí en madre y mi bebé en mi centro de atención. Mi marido odiaba cómo habían cambiado las cosas, yo siempre le daba prioridad a él de antemano. Todavía lo pongo a él antes que a mí, pero no si eso afecta al bebé.
Me siento resentida ya que hago todo por el bebé. Si le pido ayuda no hace nada o se enfada conmigo por pedírselo. Me ve luchar por cuidar a nuestro hijo, administrar la casa y trabajar a tiempo parcial, pero no quiere ayudar.
Si fuera solo esto, podría lidiar con ello. Pero también tiene una mecha corta, me culpa de cosas que están fuera de mi control y se enfada mucho conmigo. Nunca quiere resolver los problemas. Incluso cuando las cosas se han calmado no quiere discutir. Lleva meses así. Le digo que quiero arreglar nuestro matrimonio y ser felices juntos de nuevo y él dice que es 100% mi culpa que seamos infelices. Él nunca se disculpa por las cosas que dice o hace pero yo siempre intento enmendarlas e incluso dejar pasar las cosas y disculparme cuando no tengo la culpa. No soy perfecta y también tengo problemas pero sé que no tengo el 100% de la culpa. Me grita y cuestiona las cosas que hago delante del bebé. Realmente sólo intento hacer lo mejor para ella.
Citas del marido que culpa a su mujer de todo
La culpa hace que nos cuestionemos a nosotros mismos y a nuestra pareja: “¿Soy lo suficientemente bueno?”, “¿Cómo he vuelto a meter la pata?”, “¿Me sigue queriendo?”, “¿Por qué estaría tan enfadada conmigo si no?”. No es un lugar agradable en el que estar.En lugar de ver lo mejor del otro, se ven los errores y los defectos.En lugar de levantar al otro, se dispara y se pone a la defensiva.Este ciclo de culpabilización puede terminar y sabemos exactamente cómo. De hecho, tenemos la estrategia de cinco pasos para acabar con el juego de la culpa y ayudaros a ti y a tu cónyuge a volver a sentir más compasión, amor y comprensión.
Si te encuentras en alguna de esas situaciones, sigue leyendo. Puedes darle la vuelta a la situación. Tenemos las soluciones, sólo necesitas el compromiso y el valor para cambiar. Estamos aquí para apoyarte, así que empecemos y llevemos una dinámica más sana a tu matrimonio.
Estamos profundamente influenciados por la forma en que crecemos. Cuando estamos en un hogar que no sabe cómo resolver los conflictos, asumimos este comportamiento. Si su cónyuge creció con padres que se culpaban mutuamente, lo más probable es que no sepa hacerlo de otra manera.
