Movimientos feministas en la actualidad
Este artículo se publicó originalmente en línea junto con el número de otoño de 2008 de la revista Pacific. Martha Rampton es profesora de historia y directora del Centro para la Equidad de Género de la Universidad del Pacífico. Su especialidad es el período medieval temprano, con énfasis en la historia social y las actividades y roles de las mujeres. Tiene un máster en historia medieval por la Universidad de Utah y un doctorado en historia medieval por la Universidad de Virginia.
Es común hablar de tres fases del feminismo moderno; sin embargo, hay poco consenso en cuanto a cómo caracterizar estas tres olas o qué hacer con los movimientos de mujeres antes de finales del siglo XIX. Haciendo el paisaje aún más difícil de navegar, una nueva silueta se perfila en el horizonte y toma la forma de una cuarta ola del feminismo.
Algunos pensadores han querido situar las raíces del feminismo en la antigua Grecia con Safo (m. c. 570 a.C.), o en el mundo medieval con Hildegarda de Bingen (m. 1179) o Christine de Pisan (m. 1434). Ciertamente, Olympes de Gouge (m. 1791), Mary Wollstonecraft (m. 1797) y Jane Austen (m. 1817) son las precursoras del movimiento femenino moderno. Todas ellas defendieron la dignidad, la inteligencia y el potencial humano básico del sexo femenino. Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XIX cuando los esfuerzos por la igualdad de derechos de las mujeres se convirtieron en un movimiento claramente identificable y consciente, o más bien en una serie de movimientos.
Definición de feminismo
A lo largo de la historia, las mujeres han estado oprimidas e infrarrepresentadas en la sociedad. Las distintas olas del movimiento feminista han tratado de cambiar esta situación modificando las condiciones de vida de las mujeres y elevándolas a posiciones de poder para darles una voz igualitaria. Las cuatro olas del feminismo son complejas, ya que se entrelazan con otras causas de justicia social, como los movimientos de derechos civiles y de derechos LGBTQ+.
Durante las olas del movimiento feminista, los defensores han luchado por el derecho al voto, la igualdad salarial, la justicia reproductiva y la redefinición de la feminidad. También han impulsado campañas basadas en la acción, como el movimiento #MeToo.
El movimiento feminista se refiere a una serie de movimientos sociales y políticos que impactaron y continúan impactando la posición de las mujeres en la sociedad y la condición de sus vidas. El movimiento ha abordado (y sigue abordando) los derechos reproductivos, el derecho al voto, la violencia doméstica, la brecha salarial, el permiso parental, la seguridad de las necesidades básicas y mucho más.
Las mujeres siempre han influido en la sociedad, pero muchas de sus contribuciones han pasado desapercibidas o no se han acreditado en los registros históricos. Algunas de las feministas estadounidenses más notables son Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott, destacadas sufragistas a mediados del siglo XIX. Estas mujeres apoyaron el movimiento a favor de la templanza y la abolición de la esclavitud, al tiempo que luchaban por el derecho al voto de las mujeres.
El feminismo de la primera ola
A medida que el movimiento #MeToo avanza, a medida que un número récord de mujeres busca un cargo, y a medida que la Marcha de las Mujeres impulsa la resistencia contra la administración Trump, el feminismo está alcanzando un nivel de relevancia cultural que no ha disfrutado en años. Ahora es un objeto importante del discurso cultural – lo que ha llevado a algunas conversaciones muy confusas porque no todo el mundo está familiarizado o está de acuerdo con la terminología básica del feminismo. Y uno de los términos más básicos y más confusos tiene que ver con las olas del feminismo.
La gente empezó a hablar del feminismo como una serie de olas en 1968, cuando un artículo del New York Times escrito por Martha Weinman Lear se publicó bajo el título “La segunda ola feminista”. “El feminismo, que se podría haber dado por muerto como una cuestión polaca, vuelve a ser un tema de actualidad”, escribió Lear. “Sus defensores la llaman la Segunda Ola Feminista, ya que la primera refluyó tras la gloriosa victoria del sufragio y desapareció, finalmente, en el banco de arena de la unión”.
La metáfora de la ola se puso de moda: Se convirtió en una forma útil de vincular el movimiento de las mujeres de los años 60 y 70 con el movimiento de las sufragistas, y de sugerir que las liberadoras de las mujeres no eran una extraña aberración histórica, como se burlaban sus detractores, sino un nuevo capítulo en una gran historia de mujeres que luchan juntas por sus derechos. Con el tiempo, la metáfora de la ola se convirtió en una forma de describir y distinguir las diferentes épocas y generaciones del feminismo.
Olas de feminismo
Las feministas de la segunda ola reivindicaron la igualdad en los ámbitos de la política, el trabajo, la familia y la sexualidad, en oposición a las actitudes sociales imperantes que favorecían los roles de género tradicionales en cada uno de estos campos. A pesar de que el final de la Segunda Guerra Mundial permitió el desarrollo del sector de los servicios, que incluía varios trabajos no relacionados con la fuerza física pura, y de que la tecnología especializada evolucionó facilitando las tareas domésticas y reduciendo su duración, se mantuvo la expectativa de que las mujeres se quedaran en casa.
El descontento creció entre muchas mujeres, que salieron a la calle, uniéndose en protestas masivas e impresionantes en todo el país. Las reivindicaciones incluían la aprobación inmediata de la Enmienda de la Igualdad de Derechos (ERA), que concedía la igualdad de derechos a todas las personas, independientemente de su sexo, así como un mayor acceso a la anticoncepción y al aborto. A menudo se dice de este movimiento que reunió a “mujeres de todas las edades”, y ciertamente lo hizo. Sin embargo, lo que se perdió fueron las mujeres de color, que llevaban mucho tiempo luchando.
