¿Por qué soy ingrato?

¿Por qué soy ingrato?

Familia desagradecida

Personalmente creo que es importante ser intencional en mostrar gratitud cada día. Todos esperamos las celebraciones anuales para festejar las grandes y pequeñas cosas que han sucedido en nuestra vida. Pero si vivimos nuestras vidas sin buscar formas de demostrar gratitud de manera más consistente que en una comida anual, podríamos, en última instancia, preparar a nuestra familia y a nuestros hijos para un futuro peligroso. Sé que puede sonar un poco extremo, pero piénsalo. Cuando no se practica la gratitud…

Un ego sano es importante. Quieres que tus hijos crezcan con la confianza necesaria para perseguir y alcanzar objetivos. Quieres que tus hijos crean en sí mismos. Pero eso es diferente a criarlos para que crean que son mejores que todos los que los rodean. Es peligroso que los niños crezcan creyendo que no necesitan a nadie más. Cuando desarrollas el hábito de expresar la GRATITUD, construyes un recordatorio constante en tu vida de cómo los demás han contribuido a tu éxito.

La mejor manera de quemar rápidamente las buenas amistades es no mostrar nunca gratitud. Los amigos inteligentes no van a permanecer en relaciones con personas que sólo los utilizan o los agotan. Así que puedes esperar que los amigos adecuados eviten a las personas desagradecidas. Al mismo tiempo, aquellos que son desagradecidos tenderán a atraer amigos que son iguales.  Así que si “la calidad de tus amigos determinará el rumbo de tu vida”, las personas desagradecidas tenderán a ir por un camino resbaladizo.

¿Soy un desagradecido?

En el Día 2 del Reto de la Gratitud, analizamos al viejo gruñón y a la vieja malhumorada en los que ninguno de nosotros quiere convertirse. Hoy quiero echar un vistazo más de cerca a por qué la gratitud no es natural o, dicho a la inversa, por qué muchos de nosotros somos desagradecidos.

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Nos fuimos de viaje y “Bebé” se quedó en el hotel. No nos dimos cuenta de nuestro error hasta cientos de kilómetros después, cuando nuestra hija se puso inconsolable. Nuestra alegre y agradecida hija se volvió enfadada, exigente y retraída.

En parte por autopreservación y en parte porque queríamos hacerle un buen regalo a nuestra hija, buscamos rápidamente un “Bebé” sustituto. (Y buscamos 3 sustitutos para cuando hubiera que lavar a Bebé o si se destruyera o perdiera). Problema evitado. Nuestra hija respondió con agradecimiento y alegría. Todo estaba bien.

En el capítulo 1 de Romanos, Pablo pinta un contraste sorprendente entre la gente de fe y la gente malvada y pecadora. Pablo da gracias por la fe de los cristianos romanos (Rom. 1:8), pero hace una afirmación aterradora sobre los pecadores: “Sí, conocían a Dios, pero no lo adoraban como Dios ni le daban gracias” (Rom. 1:21).

Señales de una persona desagradecida

Hace unos meses, me sentía un poco deprimida y envié un mensaje de texto a una amiga para pedirle apoyo. No recuerdo el motivo de mi malestar, pero me inclino a pensar que estaba experimentando un sentimiento general de temor, esa mezcla de ansiedad, autodesprecio y miedo al futuro que a veces me invade. Mi amigo me respondió rápidamente y me dijo que pensara en todas mis bendiciones. “No tienes nada por lo que estar triste”, me dijo, y pasó a enumerar todos los maravillosos regalos que me han dado en la vida, especialmente en contraste con ella (yo tengo novio y ella no; yo tengo un buen trabajo y ella no).

Aunque el enfoque de mi amiga no fue útil (al menos no en este caso), predicar la gratitud como una cura para los sentimientos negativos ha ganado cada vez más adeptos. En 2015, The Telegraph publicó un artículo titulado “Gratitud: La última tendencia de autoayuda que podría cambiar tu vida”. En ese momento ya había 163 apps de gratitud y 20.451 libros y audioguías disponibles en Amazon, y la tendencia ha seguido explotando en Norteamérica. ¿Te sientes ansioso? Escribe en tu diario de gratitud. ¿Te sientes perdido? Respira hondo y enumera tres cosas buenas que hayan ocurrido hoy. ¿Estás organizando una cena? Tómate un minuto para recorrer la mesa y dar las gracias por una bendición.

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Me siento ingrato por estar deprimido

Una de ellas procede de una investigación publicada este mes en la revista Cognition & Emotion. Resulta que si no eres agradecido, puedes ser más autónomo. Un equipo de psicólogos de la American University descubrió que las personas que son más autónomas en su forma de interactuar con los demás son también más desagradecidas.

En concreto, tienden a experimentar menos gratitud y a sentirse menos positivas cuando otras personas les hacen favores. Esto último sugiere que, además de sentirse menos agradecidos en general, disfrutan menos del sentimiento de gratitud.

No es la primera vez que se relaciona la independencia con la falta de gratitud. Un estudio publicado en octubre demostró que las personas que se sienten agradecidas son más propensas a cambiar sus respuestas a las preguntas para ajustarse a las respuestas de los demás, incluso cuando esas respuestas son objetivamente incorrectas.

Otra razón por la que podrías ser desagradecido es si no crees en el libre albedrío. Un estudio de 2014 descubrió que las personas con menos creencia en el libre albedrío se sentían menos agradecidas por los acontecimientos de su pasado, así como por los favores de los demás. Una forma de pensar en esto: si no crees que alguien te está haciendo un favor por libre albedrío, ¡puede que no aprecies tanto ese favor!

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