Mantener el sentido de la dignidad
Incluso con el relanzamiento de la Campaña Dignidad y Respeto, junto con nuestra nueva energía y dirección, sería negligente avanzar sin reconocer y recordar lo que la campaña representa en primer lugar.
Una de nuestras iniciativas originales y continuas incluye nuestros 7 Pilares de Dignidad y Respeto. Cada uno de estos pilares representa un comportamiento específico que creemos firmemente que nos ayudará a crear un entorno -ya sea en un aula, en un entorno de trabajo o incluso en la cola del supermercado- en el que todos podamos convivir de forma pacífica y productiva.
Todos tenemos orígenes diferentes y experiencias muy distintas entre sí. Estas experiencias han dado forma a tu manera de ver el mundo, así como a tu forma de reaccionar ante determinadas situaciones. Conocer estos factores sobre ti mismo puede contribuir en gran medida a tu capacidad para interactuar con los demás y tratarlos con dignidad y respeto. Conoce tus puntos fuertes tan bien como conoces tus puntos débiles. Entiende lo que te ha hecho ser
Significado de la autodignidad
Hoy en día se oye mucho el término “dignidad humana”. La dignidad humana está en el centro de los derechos humanos. ¿Qué es exactamente la dignidad humana? ¿Cuál es la historia de este concepto y por qué es importante? En este artículo analizaremos la historia del término, su significado y su lugar tanto en el marco de los derechos humanos como en el marco religioso.
En esencia, el concepto de dignidad humana es la creencia de que todas las personas tienen un valor especial ligado exclusivamente a su humanidad. No tiene nada que ver con su clase, raza, género, religión, capacidades o cualquier otro factor que no sea su condición de seres humanos.
El término “dignidad” ha evolucionado a lo largo de los años. Originalmente, las palabras latinas, inglesas y francesas para “dignidad” no tenían nada que ver con el valor inherente de una persona. Se alineaba mucho más con el “mérito” de alguien. Si alguien era “digno”, significaba que tenía un estatus elevado. Pertenecía a la realeza o a la iglesia o, como mínimo, tenía dinero. Por esta razón, la “dignidad humana” no aparece en la Declaración de Independencia de EE.UU. ni en la Constitución. La frase, tal y como la entendemos hoy, no fue reconocida hasta 1948. Las Naciones Unidas ratificaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos.También te puede gustar: Abiertas las solicitudes para el Máster en Relaciones Internacionales, Seguridad y Estrategia (O.P. Jindal Global University)
Características de la dignidad
Comencé esta serie de dos partes con una pregunta que invita a la reflexión: “¿Qué papel desempeña la dignidad en el liderazgo?”. Pero a medida que profundizaba para encontrar las respuestas, esta pregunta del qué se convirtió en una pregunta del cómo: “¿Cómo podemos liderar con dignidad?” Para encontrar las respuestas, acudí a tres becarios de Acumen de veintitantos años que han visto de primera mano que cuando las personas tienen más opciones y dignidad, reconocerán su potencial y estarán capacitadas para tomar mejores decisiones en su forma de vivir sus vidas. Y eso repercutirá en el mundo.
Christina Tang tiene 27 años y es de Hong Kong. Como becaria de Acumen Global, trabajó en la alineación de negocios con WaterHealth International en Ghana. Antes de eso, trabajó en Bain & Company como consultora de gestión y fundó Rainwater for Humanity, una iniciativa de recogida de agua de lluvia con sede en la India. Christina es licenciada en Economía y en Ciencias Ambientales por la Universidad de Brown.
Junko Tashiro tiene 29 años y es de Japón. Durante su beca trabajó con pequeños productores de arroz en Ghana, en GADCO. También trabajó con McKinsey & Co., la Corporación Financiera Internacional y una ONG keniana. Junko es licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad de Tokio y tiene un máster en Desarrollo y Gestión Económica por la Universidad de Columbia.
Dignidad humana
La dignidad es el derecho de una persona a ser valorada y respetada por sí misma, y a ser tratada éticamente. Tiene importancia en la moral, la ética, el derecho y la política como una extensión de los conceptos de la época de la Ilustración sobre los derechos inherentes e inalienables. El término también puede utilizarse para describir la conducta personal, como en “comportarse con dignidad”.
Los angloparlantes suelen utilizar la palabra “dignidad” de forma prospectiva y cautelar: por ejemplo, en política puede utilizarse para criticar el trato a los grupos y pueblos oprimidos y vulnerables, pero también se ha aplicado a las culturas y subculturas, a las creencias e ideales religiosos, e incluso a los animales utilizados para la alimentación o la investigación.
Las violaciones de la dignidad humana en términos de humillación se refieren a actos que humillan o disminuyen la autoestima de una persona o un grupo. Los actos de humillación dependen del contexto, pero normalmente tenemos una comprensión intuitiva de cuándo se produce tal violación. Como señaló Schachter, “se ha asumido generalmente que se puede reconocer una violación de la dignidad humana aunque no se pueda definir el término abstracto. Lo reconozco cuando lo veo aunque no pueda decir lo que es”[8] De forma más general, la etimología de la palabra “humillación” tiene una característica universal en el sentido de que en todos los idiomas la palabra implica una “orientación espacial hacia abajo” en la que “algo o alguien es empujado hacia abajo y sostenido por la fuerza”[9] Este enfoque es común en las decisiones judiciales en las que los jueces se refieren a las violaciones de la dignidad humana como lesiones a la autoestima de las personas[10].