El diamante de la abuela es para siempre | Votos | The New York Times
Grondona, que durante mucho tiempo dirigió la federación de fútbol argentina, la AFA, fue el vicepresidente principal de la FIFA, el número 2 de Blatter, hasta su muerte en julio de 2014 a la edad de 82 años. Miembro del comité ejecutivo de la FIFA desde 1988 hasta su muerte y ex presidente del comité de finanzas de la organización, Grondona fue durante mucho tiempo un confidente de Blatter.
También ejercía un control directo sobre los derechos de televisión que están en el centro de las acusaciones del miércoles. “Es el gran desaparecido porque, básicamente, era quien manejaba todos los contratos de televisión en la FIFA mientras estaba vivo”, dijo Hernán Castillo, periodista deportivo argentino y autor de Todo Pasa, una biografía no autorizada de la vida de Grondona en el nexo del fútbol, los negocios y la política.
Conocido como “Don Julio”, Grondona fue una figura temible en el panorama político argentino. Nombrado presidente de la AFA en 1979 por el vicealmirante Carlos Lacoste, uno de los líderes de la junta militar que gobernó Argentina durante la Guerra Sucia (1976-1983), que dejó hasta 30.000 desaparecidos o muertos, era la última figura importante de ese periodo que seguía en el poder.
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El ex número 10 y seleccionador de Argentina, Diego Maradona, se ha lanzado al ruedo para suceder a Sepp Blatter como presidente de la FIFA cuando el desprestigiado administrador suizo abandone el cargo antes de unas nuevas elecciones. El jugador, de 54 años, ha sido un feroz crítico de Blatter y de la FIFA, y ahora intentará liderar la reforma al frente del organismo rector del fútbol.
La FIFA se ha visto envuelta en un escándalo desde que siete altos cargos de Zúrich fueron detenidos por haber recibido supuestamente cerca de 150 millones de dólares en sobornos. Esto se ha extendido desde entonces a casi toda la organización, pero no impidió que Blatter obtuviera inicialmente un octavo mandato como presidente, para dimitir unos días más tarde y dar lugar a otras elecciones que se celebrarán a finales de año.
Maradona ha criticado a Blatter y a sus compinches mucho antes de la acusación dirigida por el FBI, y se hizo oír durante el Mundial por la decisión de la FIFA de cobrar 2 millones de dólares a Haití por los derechos de la Copa del Mundo mientras el país seguía luchando tras el terremoto de 2010.
Encontrar apoyo para la candidatura presidencial de Maradona podría ser complicado, ya que no parece la opción más lógica para limpiar sistemáticamente un sistema futbolístico enquistado en la corrupción. El ya fallecido presidente de la AFA, Julio Grondona, está enormemente implicado en los casos de soborno y Maradona ha dicho que “esto no me sorprende. Ya lo sabía”.
La resaca – “¡Lleva el anillo de mi abuela!”
El juicio por narcotráfico “Carbón Blanco” en Argentina ha comenzado con las alegaciones de que uno de los acusados trabajaba como testaferro de un ex jefe de la FIFA, lo que añade una nueva dimensión a un caso que se ha convertido en un emblema de la evolución del tráfico de drogas en Argentina.
Durante el primer día del juicio oral en lo que se conoce como el caso del “Carbón Blanco” -llamado así por el producto que los traficantes usaban para disfrazar la cocaína de contrabando- uno de los presuntos líderes de la red de tráfico sorprendió a los observadores al decir que antes de su detención había trabajado para Julio Grondona, un ex presidente de la Asociación Argentina de Fútbol y vicepresidente de la FIFA, el organismo rector del deporte mundial. Al ser consultado posteriormente por La Nación, Patricio Gorosito dijo que había sido el “testaferro” del ya fallecido Grondona, quien utilizó a Gorosito para disfrazar sus intereses comerciales en el fútbol.
Gorosito, que era el presunto operador principal en Europa de una red de narcotráfico a la que se atribuye el envío de más de una tonelada de cocaína desde Argentina a Portugal, es conocido como el fundador del club de fútbol argentino Real Arroyo Seco. Sin embargo, dijo a La Nación, en realidad el equipo “era de Grondona”. Añadió que cuando posteriormente vendió el club, aunque se quedó con una comisión, el grueso del dinero fue para Grondona.
Milagros y otras maravillas ”El anillo de la abuela”
En junio de 2014, antes de la gran ceremonia de inauguración del Mundial de Brasil, Julio Humberto Grondona habló con la Agencia Alemana de Prensa. “Cuando deje la FIFA, será para ir al cementerio”. Al mes siguiente, menos de tres semanas después de presenciar la derrota de sus compatriotas en la final de la Copa del Mundo, el argentino fue fiel a su palabra y falleció a los 82 años de edad tras sufrir un infarto.
Grondona fue enterrado en la parcela familiar de un cementerio de Avellaneda, una de las casas de su infancia. Durante cuatro décadas de gobierno del fútbol, el hombre conocido como Don Julio estuvo en el centro de lo bueno, lo malo y lo feo tanto en el país como en el extranjero.
En 1976, Grondona fue elegido presidente de Independiente, el club que hizo historia al ganar cuatro títulos consecutivos de la Copa Libertadores a principios de la década. Aunque durante los tres años que duró el mandato de su nuevo presidente no se consiguieron más títulos continentales, el club ganó el Nacional en 1977 y 1978.
En 1979, mientras la estrella de Grondona seguía creciendo en el fútbol nacional, fue elegido presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), un año después de que la Albiceleste se proclamara campeona del mundo. Con el apoyo del Almirante Lacoste, miembro de la junta militar que gobernaba Argentina, Grondona sucedió a David Bracuto de Huracán, el hombre que nombró a César Luis Menotti y supervisó la gloria de la Copa del Mundo.
